Elección de modalidad.

Introducción.

La elección de modalidad es algo más de lo que puede parecer: implica elegir elección de propulsión (motor de explosión o eléctrico), superficie (asfalto o tierra) y escala. Además, si somos los primeros en nuestra ciudad en empezar a practicar automodelismo, no tendremos punto de partida, pero si ya hay establecido un club o hay ya un circuito, conviene que, al menos para empezar, nos amoldemos a lo ya existente.

Es curioso ver cómo queda reflejada en vídeo una carrera según el tipo de coche (y una aproximación en "Las vueltas que da la vida"):

Si bien en estas páginas prácticamente sólo se considera la participación en Automodelismo como piloto en carreras, hay muchas formas de participación:

Un piloto participante necesitará haber montado su coche (normalmente, lo habrá hecho él mismo), necesitará la colaboración de un mecánico en carrera (muchas veces otro piloto), algún constructor habrá fabricado su coche, utilizará repuestos de varios fabricantes, puede que lleve un motor preparado, y necesitará que alguien organice las carreras; la carrera queda bajo responsabilidad del director de carrera, ayudado por varios comisarios y cronometradores. En carrera, los recogecoches colocan los coches que se salen de pista, y traen a boxes los averiados, o los que sufren parada de motor.

Otro aspecto a considerar es el costo/hora de uso del coche, particularmente si participamos en competición. Éste debe tener en cuenta el coste de adquisición dada su vida útil, y el consumo en neumáticos, motores y repuestos. Normalmente, no asusta evaluarlo, pues asciende a varios miles de pesetas. Y si se participa asiduamente en competición, probablemente quede sobrepasado por los costes de viajes, hoteles y comida. Lo mejor para que el costo/hora sea mínimo es ser cuidadoso con el coche.

En general, las modalidades eléctricas son más limpias: casi sin grasas ni aceites, sin combustible y sin residuos de combustión. No obstante, las baterías de NiCd contaminan si se desprende uno de ellas descuidadamente. Es factible probar un coche eléctrico en el pasillo de nuestra casa. Asimismo, por ruido y humos, no se recomienda coches de explosión en lugares cerrados, y cuando en carrera se cubren los boxes, puede obligarse a encender motores fuera de la zona cubierta.

Iremos viendo los pros y los contras de cada aspecto antes mencionado para la elección de propulsión, superficie y escala.

Propulsión.

Históricamente, ha habido primero coches escala 1/8 con motor de explosión, si exceptuamos los eléctricos a pilas que más bien han sido un juguete. El ya establecido aeromodelismo consolidaba ya un equipamiento en equipos de radio y motores de metanol de dos tiempos; sólo hubo que acordar un estándar de motor de coche de 3.5 cc (0.21"). La potencia conseguida y el ruido han sido siempre los atractivos de este tipo de motores.

Un motor de dos tiempos se caracteriza por:

Un motor de metanol de este tipo de 3.5 cc llega a los 2 CV, y a girar a 38.000 rpm. La relación peso potencia se aproxima a un caballo por kilo, de 10 a 15 veces mejor que un coche de calle, y próxima a la de un Fórmula 1. El combustible es mezcla de metanol, nitrometano (oxigenante permitido hasta el 16 ó 25%, según categoría) y aceite (4 a 8%), en las primeras épocas de ricino y hoy día sintético. El encendido es por una bujía con filamento de aleación de platino, que se ha de calentar externamente ("chispómetro") para el arranque, y que se mantiene incandescente durante el funcionamiento del motor.

Con el tiempo, han aparecido los motores de 2.5 y 2.1 cc para la escala 1/10 (los sencillos con arranque por tirador), y los motores de gasolina, de 22 a 25 cc, para la Gran Escala (1/4 y 1/5), éstos últimos con bujía de chispa y asimismo con arranque por tirador.

El engrase de todos estos motores es por aceite mezclado con el combustible, como una moto real; al combustible así creado se le llama mezcla.

Las ventajas de estos motores son la potencia, el fácil repostaje y un ruido fuerte y realístico. Los inconvenientes son:

Ya desde principios de los 80 se popularizaron los coches de motor eléctrico con baterías de níquel-cadmio (Ni-Cd), sin carburador, que pueden parar completamente, sin embrague, sin encendido, y sin combustible líquido. Su sencillez, y el asegurar largas horas de disfrute del coche, les ha hecho muy populares, y de hecho, la explosión es minoritaria en países como Estados Unidos e Inglaterra. No hay que olvidar que, junto con las cámaras de vídeo, los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles, los coches eléctricos a escala representan una gran exigencia para sus baterías. Es un motor ideal para el principiante o los muy jóvenes.

Veamos los parámetros de un motor eléctrico:

A pesar de esta reducida potencia, las prestaciones son impresionantes. Muy posiblemente, dada su ligereza y fuerte aceleración, en un circuito todo terreno pequeño los tiempos absolutos de un coche eléctrico serán mejores que los de un coche de explosión. El costo de mantenimiento del coche es inferior al de un motor de explosión. Pero el punto débil es el repostaje: las baterías duran pocos minutos, el "repostaje" (cambio de baterías) es largo, y es asimismo largo (equivalente a su duración) el tiempo de carga.

Superficie.

Históricamente, han sido primeros los coches para asfalto (coches de pista), sin duda porque un aparcamiento constituía un lugar aceptable para practicar. Han ido apareciendo circuitos permanentes de uno u otro tipo. Pero, sin duda, son mucho más populares los circuitos de todo terreno, pues son mucho más baratos.

Los circuitos pueden ser permanentes o temporales. Se han organizado campeonatos mundiales de pista en aparcamientos. Para carreras serias es preferible el circuito permanente.

Las características diferenciales de una u otra superficie son:

No hay duda que serán las preferencias personales las que nos hagan elegir un coche para una u otra superficie. Pero si en nuestra localidad ya hay un circuito de un tipo u otro con actividad, o tenemos cerca un circuito permanente, es recomendable que nos dediquemos a lo que se practique en ese circuito.

Asimismo, si nos decidimos por la Gran Escala (1/4 y 1/5) es peligroso correr fuera de circuitos permanentes.

Escala.

Básicamente, las escalas son:

Conclusiones.

Muchas veces el criterio dominante será el económico, y según éste dominan los coches eléctricos, que conllevan además una gran facilidad de uso. En explosión, el coste, evidentemente, resulta proporcional al tamaño.

Asimismo, si nos interesa la competición, debemos elegir una modalidad habitualmente practicada donde residamos, o bien en la que nos pongamos de acuerdo unos cuantos en su introducción.

Muchas veces incluso influye la moda del momento. Por hastío, muchos cambian de modalidad, pero al cabo del tiempo vuelven a aquella en la que empezaron. Las modalidades, pues, suben o bajan.

A veces, los fabricantes se ponen de acuerdo en potenciar una modalidad o un tipo de coche determinado, tal como la clase Touring (1/10 pista, carrocería de turismos "de calle", motores de 2.1 cc, etc).

Un criterio a considerar es la facilidad de transporte del coche. Los más pequeños caben incluso en una pequeña bolsa de deportes, pero para 1/4 y 1/5 incluso hemos de verificar si nos cabe en el coche a escala 1/1.

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