Bill Gates, al que le gusta darle a la zapatilla, muere en un accidente de tráfico, con lo que va a encontrarse con San Pedro.
"Bueno Bill, estoy realmente confundido por tu caso, no estoy seguro si enviarte al paraíso o al infierno. Después de todo, ayudaste enormemente a la humanidad llevando un computador a cada casa de todo el mundo mundial, pero, por otro lado, creaste esos horribles sistemas operativos Windows también. Voy a hacer algo que nunca hice antes, voy a dejar que tu decidas a donde quieres ir: si al paraíso o al infierno".
Bill contestó:
"Bueno... ¿cuál es la diferencia entre los dos?"
San Pedro le respondió:
"Te dejaré visitar ambos lugares brevemente para que tomes la decisión."
"De acuerdo. ¿A dónde debería ir primero?", preguntó Bill.
"Eso también lo vas a decidir tú.", le respondió San Pedro.
"Visitaré primero el infierno.", decidió Bill.
Bill fue al infierno. Era un lugar hermoso, limpio, con arenosas playas de aguas transparentes y un montón de mujeres hermosas en bikini corriendo y divirtiéndose. El sol brillaba, la temperatura era perfecta.
Realmente le gustó mucho. "¡Esto es maravilloso!", le dijo a San Pedro.
"Si esto es el infierno, ¡hay que ver como será el paraíso!"
"Bien.", dijo San Pedro, y Bill fué a visitar el paraíso. Era un lugar alto en las nubes con ángeles vagando alrededor, tocando el arpa y cantando. Era lindo, pero no tan atractivo como el infierno, sin duda.
Bill pensó durante un minuto y comunicó a San Pedro su decisión:
"Hmmm... Creo que prefiero el infierno.", le dijo a San Pedro.
"Bien,", le dice San Pedro, "como tú prefieras." Bill Gates fue, pues, al infierno. Dos semanas más tarde, San Pedro decide ver como le va al multibillonario en el infierno.
Cuando llega allí, encuentra a Bill atado contra una pared, gritando entre calientes llamas en cuevas oscuras siendo quemado y torturado por una legión de demonios.
"¿Cómo anda todo?", le pregunta a Bill.
Bill contesta con su voz llena de angustia y desilusión:
"¡Esto es espantoso! ¡No tiene nada que ver con el infierno que visité hace dos semanas! ¡No puedo creer que esto me esté sucediendo. ¿Qué pasó con ese otro lugar maravilloso, con hermosas playas y mujeres en bikini jugando en el agua?"
Le contestó San Pedro:
"¿Tú me lo preguntas? Eso era una demo."